Mis personajes favoritos (nº 206).
Socorro (Parres, 1938) nació nel barriu de Pedrujerrín, onde habitaba’ l famosu Pepe “el Curru” (José Junco), emigrante en Méjico y autor de varias películas caseras que recogen escenas de la vida del lugar.
Los sus padres, José Noriega (descendiente de Cue por parte de su progenitor, Narciso Noriega) y Josefa Quintana, de Parres los dos, tenían algo de ganáu y, después de la Guerra, anduvieron un tiempu a recoger chatarra.
Socorro, la cuarta de seis hermanos (Fifi, Elisa, África, ella, Pepe y Lines), estuvo en la escuela lo justu, y, en cuantu sacó’ l certificáu d’ estudios primarios, empezó a ayudar en casa con muchu remangu: cuidaba las vacas, iba a por leña y lavaba la ropa nel ríu. Siempre echando un cantarín por menos d’ una perrina. Se-i-daban bien todos los estilos, la Niña de la Puebla incluida, y no perdía ni unu sólo d’ aquellos programas de dedicatorias que presentaba Federico Llata en las emisoras de Santander.
El su padre, que veía lo que la rapaza valía, inclusu llegó a sopesar mandala a estudiar en la Escuela de Cantu d’ Oviedo (“el dineru ya lu busco yo”, decía), pero la cosa al final no salió, y Socorro siguió dedicada a sus trajines de casa y del campu. Siempre con una canción en los labios.
Era imposible que a los vecinos se-i-os pasara inadvertidu’ l vuelu de la su voz, y taban todos admiraos. I-salieron improvisaos mecenas, que no paraban d’ animala a seguir cantando cada vez más en seriu. Saturno, l’ indianu que había sidu presidente del C. F. Llanes, y que era muy dáu a colaborar con todos y con todo, había quedáu prendáu desde que la oyó cantar “La Virgen de Covadonga”. Otru que l’ ayudó muchu en los comienzos fue’ l cuadrumeñeru (peluqueru en xíriga) Ramón Melijosa Cuevas, “el Parráu”, que fue l’ artífice de que Socorro se presentase en 1971 al primer concursu de su carrera: fue’ n Llanes, nel Cinemar, y el certamen tenía carácter eliminatoriu; Socorro fue pasando los cortes sin problemas en las sucesivas fases de Llanes, Pola Siero y La Felguera, y en la final, nel Campoamor d’ Oviedo, quedó subcampeona. Luego, a lo largu de su brillante carrera, cantaría en Suiza, Holanda, Madrí, Barcelona, Palma de Mallorca y muchos otros sitios.
Ganó numerosos concursos, casi sin despeinase: primeros premios en Pola Laviana y El Entrego; concursos regionales de Radio Oviedo (luego Mercaplana, en Gijón), que se retransmitían en directu, y del diariu El Comercio, etcétera, etcétera. En la X edición de Mercaplana, que sería la última, quedó “Campeona de Campeones”.
Discos grabó unos cuantos, acompañada siempre por figuras: los tien con el gaiteru José Remis Ovalle (Gaiteru Mayor d’ España), con Tonín de Nembra, con José Manuel Menéndez (“Menalva, el Cogollu”), con Enrique García Palicio, “l’ Abogáu”… También sacó unu grabáu’ l unísono con sus jiyos y su maridu.
Se casó en 1956 con Manuel Fernández González, buen cantante y buena persona. Siempre alegre, Manolo era de Parres y se dedicaba al ganáu con la su familia (tenían cabras, vacas y ovejas). Habían empezáu a cortejar cuando ella tenía 15 años y él 19.
Esti matrimoniu ejemplar, refleju del llanisquismu más profundu y auténticu, tuvo cinco jiyos: Sara, María Elena, Manolo, Mariguí y Jorge, entre los que abunda igualmente’ l talentu p’ al folklore y la tonada: Jorge fue campeón juvenil nel sextu concursu de Mercaplana (1979-1980), Sara tampocu é manca cantando, Manolo é tamboriteru y Mariguí dio’ n la Casa Cultura varios cursos de Pericote y otros bailes llaniscos.
Socorro vive nel Collaú, en Parres, rodeada de sus jiyos, sus nietos (diez ya), su biznietu (unu, de momentu), sus trofeos y sus recuerdos.
Los sus padres, José Noriega (descendiente de Cue por parte de su progenitor, Narciso Noriega) y Josefa Quintana, de Parres los dos, tenían algo de ganáu y, después de la Guerra, anduvieron un tiempu a recoger chatarra.
Socorro, la cuarta de seis hermanos (Fifi, Elisa, África, ella, Pepe y Lines), estuvo en la escuela lo justu, y, en cuantu sacó’ l certificáu d’ estudios primarios, empezó a ayudar en casa con muchu remangu: cuidaba las vacas, iba a por leña y lavaba la ropa nel ríu. Siempre echando un cantarín por menos d’ una perrina. Se-i-daban bien todos los estilos, la Niña de la Puebla incluida, y no perdía ni unu sólo d’ aquellos programas de dedicatorias que presentaba Federico Llata en las emisoras de Santander.
El su padre, que veía lo que la rapaza valía, inclusu llegó a sopesar mandala a estudiar en la Escuela de Cantu d’ Oviedo (“el dineru ya lu busco yo”, decía), pero la cosa al final no salió, y Socorro siguió dedicada a sus trajines de casa y del campu. Siempre con una canción en los labios.
Era imposible que a los vecinos se-i-os pasara inadvertidu’ l vuelu de la su voz, y taban todos admiraos. I-salieron improvisaos mecenas, que no paraban d’ animala a seguir cantando cada vez más en seriu. Saturno, l’ indianu que había sidu presidente del C. F. Llanes, y que era muy dáu a colaborar con todos y con todo, había quedáu prendáu desde que la oyó cantar “La Virgen de Covadonga”. Otru que l’ ayudó muchu en los comienzos fue’ l cuadrumeñeru (peluqueru en xíriga) Ramón Melijosa Cuevas, “el Parráu”, que fue l’ artífice de que Socorro se presentase en 1971 al primer concursu de su carrera: fue’ n Llanes, nel Cinemar, y el certamen tenía carácter eliminatoriu; Socorro fue pasando los cortes sin problemas en las sucesivas fases de Llanes, Pola Siero y La Felguera, y en la final, nel Campoamor d’ Oviedo, quedó subcampeona. Luego, a lo largu de su brillante carrera, cantaría en Suiza, Holanda, Madrí, Barcelona, Palma de Mallorca y muchos otros sitios.
Ganó numerosos concursos, casi sin despeinase: primeros premios en Pola Laviana y El Entrego; concursos regionales de Radio Oviedo (luego Mercaplana, en Gijón), que se retransmitían en directu, y del diariu El Comercio, etcétera, etcétera. En la X edición de Mercaplana, que sería la última, quedó “Campeona de Campeones”.
Discos grabó unos cuantos, acompañada siempre por figuras: los tien con el gaiteru José Remis Ovalle (Gaiteru Mayor d’ España), con Tonín de Nembra, con José Manuel Menéndez (“Menalva, el Cogollu”), con Enrique García Palicio, “l’ Abogáu”… También sacó unu grabáu’ l unísono con sus jiyos y su maridu.
Se casó en 1956 con Manuel Fernández González, buen cantante y buena persona. Siempre alegre, Manolo era de Parres y se dedicaba al ganáu con la su familia (tenían cabras, vacas y ovejas). Habían empezáu a cortejar cuando ella tenía 15 años y él 19.
Esti matrimoniu ejemplar, refleju del llanisquismu más profundu y auténticu, tuvo cinco jiyos: Sara, María Elena, Manolo, Mariguí y Jorge, entre los que abunda igualmente’ l talentu p’ al folklore y la tonada: Jorge fue campeón juvenil nel sextu concursu de Mercaplana (1979-1980), Sara tampocu é manca cantando, Manolo é tamboriteru y Mariguí dio’ n la Casa Cultura varios cursos de Pericote y otros bailes llaniscos.
Socorro vive nel Collaú, en Parres, rodeada de sus jiyos, sus nietos (diez ya), su biznietu (unu, de momentu), sus trofeos y sus recuerdos.
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