Mis personajes favoritos (Nº 314).
Desde la primera línea de modesto funcionario municipal, José Manuel Junco Junco (Parres, 1946), nuestro Jose del alma, vio pasar por la calle Nemesio Sobrino, durante décadas, a incontables alcaldes y concejales sucediéndose en la fugacidad del poder, carnavales, cabalgatas de Reyes, procesiones, manifestaciones, críos camino de la escuela, viajantes a coger el tren, nevadas, elecciones locales, coches escoba de la Vuelta Ciclista a Asturias, martes de mercado y días y ritmos de rutina.
Su currículo laboral discurrió entre dos edificios emblemáticos de la villa: la isabelina Casa Consistorial y el ecléctico Casino, en el que habían cumplido funciones de conserje su padre, Rogelio, y él.
Jose falleció el 30 de diciembre, a los 76 años. Discretamente. Tan discretamente como había transitado durante toda su vida. Deja viuda, dos hijos, dos nietos y el mejor recuerdo en quienes tuvimos la inmensa suerte de ser sus compañeros de trabajo.
El compañerismo. El buen carácter. La prudencia. La eficiencia. La atención a la gente. La honestidad. El cumplimiento gozoso del deber… ¡Cuantas cosas buenas se pueden decir de este rapaz de Parres!
Que Dios le tenga en la Gloria.
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