martes, 31 de enero de 2023

ASUN ESTEFANÍA, UNA DE LAS PRIMERAS MÉDICOS LLANISCAS

Mis personajes favoritos (Nº 310).

Comerciantes e indianos nutren la saga familiar de Asunción Estefanía Mijares (Llanes, 1949).
El abuelo materno, el corito Ángel Mijares Fernández, era indiano e hijo de indiano, joyero y tasador de joyas en México, y estaba casado con la mexicana Asunción Pardo Schiaffini, cuyo padre era el barón de San Carlos, un militar que había servido a las órdenes de la emperatriz Carlota, esposa de Maximiliano I.
La abuela paterna, Angelina Rodríguez-Sobrado Pérez, era hija de José Rodríguez Sobrado, un comerciante llegado de Avilés, que sería amigo de José de Posada Herrera y alcalde de Llanes. Rodríguez Sobrado fundaría en la Plaza un próspero establecimiento que abarcaba varios ramos de negocio a la vez: era ferretería, casa de Banca, mercería y sastrería.
Pero lo que más caracteriza a la familia de Asun es su condición de “sanrocuda”.
Su padre, el dentista Ángel Estefanía Rodríguez (1907-1993), ofició durante años ceremoniales del bando. Había acabado la carrera de Odontología en Madrid en 1930, y su diploma de licenciatura fue uno de los últimos títulos universitarios que firmó el Rey Alfonso XIII antes de partir al exilio. Abrió en 1932 su primera consulta encima de la librería de Pesquera, y luego se trasladó a la plaza de Parres Sobrino, donde ejerció una larga vida profesional. Se casaría con Carlota Mijares Pardo, nacida también en Llanes, y tendrían dos hijos: Asun y Ángel.
Asun aprendió las primeras letras en casa de una de aquellas buenas maestras particulares que había en Llanes: Carmen Sánchez Argüelles, y se examinaría de Ingreso y de Primero en Torrelavega como alumna libre. Luego pasó al colegio de las Ursulinas de Oviedo, donde la llamaban “Miss Matrícula”, por las notas que sacaba. Acabaría el bachillerato en el Instituto de Llanes y empezaría los estudios preuniversitarios en Oviedo.
Sin acabar el Preu, se trasladó a Madrid y estuvo interna en un colegio mayor del que era capellán el sacerdote jesuita Luis Vela.
En 1969 se matricularía en Medicina en Oviedo, en cuya Universidad completó la carrera. Asun se convirtió así en una de las primeras médicos que dio Llanes.
Tras hacer las prácticas en el Hospital Nuestra Señora de Covadonga, desarrolló su profesión en destinos como Cudillero, Nueva, Pendueles, Oviedo, La Lila y Pumarín.
Había en Llanes un joven al que Asun conocía desde siempre. Se llamaba Martín López Vega y era tan alegre, sociable y buen conversador como ella. Se hicieron novios formales en 1998. De aquélla, ambos estaban divorciados (Asun se había casado en 1978 con un compañero de estudios, del que llevaba años separada) y el destino los unió en el momento más adecuado. Se casaron en 2000 y tuvieron la mutua fortuna de recorrer de la mano el mismo camino durante casi veinte años. Hasta que Martín falleció en 2019.
Asun camina ahora sola, con su pena y sus recuerdos, pero sigue mirando la vida de frente y sin miedo. Nunca ha sido madre, pero sus ojos azules, que han visto tantas cosas, revelan una expresión comprensiva y maternal de los aconteceres.

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