Mis personajes favoritos (Nº 270).
Hijo de Ramón Sotres de la Fuente, de Pancar, y de Encarnación Alles Pérez, de San Roque del Acebal, José Luis nació en el Cuetu Baju en 1938. Su padre fue el primer chatarrero que hubo en Llanes después de la guerra, y su madre, modista.
A Ramón Sotres le llamaban “Chaleco”. Era huérfano de padre, y un día de mucho frío la madre le puso, entre la ropa de abrigo para ir a la escuela, un chaleco que había sido de su marido. La prenda le quedaba al crío demasiado grande, y dio motivo a que sus compañeros de clase se mofaran de él: “¡Chaleco! ¡Chaleco! ¡Chaleco!”, le decían. Ése fue el origen del mote familiar.
José Luis, que lo ha heredado con gusto, es el segundo de tres hermanos. El pequeño es Carlos, y el mayor, Moni, que nació prematuramente, en un momento dramático: el 5 de septiembre de 1937, día en el que entraron en Llanes las tropas de Franco. Moni era sietemesino (seguramente como consecuencia de las terribles circunstancias de la guerra) y vino al mundo sin habla. Se crió en San Roque del Acebal con los abuelos maternos y no se le curó la mudez hasta los siete años.
José Luis aprendió a leer con Victorina, una maestra que daba clase en el Cotiellu, y fue alumno del colegio de las monjas, de La Arquera y de la escuela pública. También estuvo interno en Comillas con los jesuitas, pero lo dejó al cabo de medio año, al no tener clara la vocación del sacerdocio.
De vuelta a Llanes, trabajó en el taller de fontanería de Usúa, en la avenida de la Paz, fue delineante del Ayuntamiento y se dedicó a identificar fincas, a partir de la fotogrametría aérea que le iba pasando una empresa.
Luego voló a otras latitudes.
Fue alumno de la Escuela de Mecánicos de la Aviación en la Virgen del Camino, en León (donde haría el servicio militar); delineante en Solvay (Torrelavega); operario en la construcción de calderería y estructuras metálicas de “Noguera Hermanos”, en Bilbao (empezó como peón y llegó, en un año, a ser jefe de taller); especialista en transportadores y maquinaria de elevación en la empresa Krug de Basurto; proyectista y supervisor de fabricación en la empresa “Graver”, para la que trabajó durante varios meses en Taiwán; y jefe de mantenimiento de equipos auxiliares de Altos Hornos de Vizcaya... Todo sin haber hecho carrera universitaria alguna.
José Luis, que ahora vive en Llanes, fue, esencialmente, un emigrante aferrado a sus raíces. Formó parte de la Coral “Irutasun Abesbatza” de Algorta y compuso la letra de una canción, “Soy de Llanes”, armonizada por el director de esa formación coral, el organista y profesor del Conservatorio de Bilbao Pedro Guallar. La pieza fue estrenada por “Irutasun Abesbatza” en la Basílica de Santa María de Llanes el 29 de junio de 2002.
José Luis se casó en 1961 con Ana María Landache (fallecida en 2003), y tuvieron tres hijas: Ane, Nerea y Leyre; y cinco nietos: Paula e Iñigo (hijos de Ane), María (de Nerea), e Iwo y Tiago (de Leyre).
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