domingo, 19 de julio de 2020

FEDERICO DEL RÍO DEL RÍO: EMIGRACIÓN, HOSTELERÍA Y FAMILIA

Mis personajes favoritos (Nº 257).
El edificio de lo que fue el hostal “Casa Del Río”, junto al Hotel Don Paco (y que hoy es un albergue de peregrinos), acumula más de cien años de historia. Durante la Guerra Civil fue hospital de sangre del Socorro Rojo, en medio de un área que concentraba una gran significación política (en el antiguo Colegio de la Encarnación funcionaba un comedor para milicianos, y al otro lado de la calle, en la mansión de Manuel Victorero Dosal, estaban las oficinas del centro neurálgico del Frente Popular, que ocupaban tres plantas). En ese edificio que digo, durante cuarenta años justos, desde 1974 hasta 2014, Federico del Río del Río (Llamigo, 1938) y su esposa, María Argentina Berguño Fernández, natural de Cangas del Narcea, regentarían un acreditau negociu de hostelería.
Los padres de él, Federico del Río Rodríguez y Felicitas del Río Calleja, eran los dos de Llamigo y se dedicaban a la labranza. Tuvieron seis jiyos: Ofelia (la Nena, que tuvo el restaurante “Riomar”, en Toró), Federico, José Antonio, Juan Luis, María Francisca y Blanca. Ésta y Juan Luis ya fallecieron.
Llamigo siempre fue el sitiu de Llanes en el que más abunda el apellido del Río.
Cuando Federico era un criúcu, los sus padres tuvieron que ir a trabajar a una casería de Ribadesella, y entonces quedó él a cargu de unos tíos en Llamigo. A la escuela fue lo justu, con maestros como don José, de Nueva, y doña Carmen, de Ríusecu, y en seguida empezaría a trabajar en el campu.
Cumplió la mili en León, en 1959, y nada más licenciarse emigró a Basilea (Suiza), donde pasó once años y picu, empleáu en una fábrica de productos químicos. Conocería a Argentina, que trabajaba en una cafetería en la misma ciudad. Se hicieron novios y se casaron allí mismu, en 1973. En Basilea vio la luz su primer jiyu, Federico, nacidu en 1974, añu en el que regresaron a España para establecerse en la villa llanisca.
Aquí nacerían después sus otros dos jiyos: Alba y Adrián.
Sin pérdida de tiempu, alquilaron a los Llerandi una casa muy guapa, próxima al Paseo, y la conviertieron en el negociu de hospedaje Del Río, al tiempu que Federico se metía de repartidor de la panadería que está frente a la Basílica de Santa María. Llevaba el pan por muchos pueblos del conceju y llegaba hasta La Franca. Dejó el repartu en 1990, que fue el añu en el que “Casa Del Río” dio un saltu cualitativo, al edificar bungalows en la zona del aparcamientu.
Tenían, añu tras añu, fieles huéspedes procedentes de numerosos países europeos. Está claru que Federico y Argentina, desde su discreción y su laboriosidad, contribuyeron a consolidar aquí un auge turísticu sin precedentes.
Hoy, saborean la jubilación en la armonía familiar en la que se han movido siempre, y su jiyu Federico, casáu con Elisa Alonso Antón, ya les ha dado la primera nieta: Nora,

No hay comentarios: