De párvulu, Emilio (Llanes, 1922) había idu a la escuelina de doña Juanita en el Cotiellu, en un primer pisu frente de la casa de Tano Rubín. Luego i-pillaría la Guerra en La Arquera, onde había empezáu a estudiar en 1933, y onde continuaría estudiando, cuando se normalizó tou, hasta 1940.
Jiyu de Cosme (un porruanu que había emigráu a México a los 16 años de edad) y de Enriqueta, natural de Lledías.
De los 10 hermanos que eran, quedan él y Covadonga. La mayor era Camila, y luego estaban Otilia, María Luisa (esposa del músicu Fernando Noceda, que fue alcalde de Llanes en 1938), Cosme, María Teresa, Juan, Manuel y Vicente.
Emilio jizo la mili en Larache, primero, y luego en los Pirineos, en un batallón con base en Alcañiz (Teruel) que andaba tras la pista de los emboscaos, aunque Emilio y sus compañeros no llegaron a entrar en acción. También estuvo en una unidá de cazadores de montaña que no llegó a estrenar los esquíes por falta de nieve.
Emilio trabajó 7 años en una oficina de Recaudación y Arbitrios de la Diputación en Llanes. Y después marchó a Guinea, d' administrativu d' una empresa de café y cacao. Catorce años allí, onde i-tocó presenciar la pérdida de la colonia. Y más tarde, su última etapa laboral transcurrió en Ermua (Vizcaya), otros 14 años, en la oficina técnica d' una empresa que fabricaba amortiguadores de coches.
Casáu con María Teresa Álvarez Rubiera (Teresa Rubiera, la de La Arquera). El matrimoniu tien una jiya, Mariate.
A Emilio algún mordia i-puso el mote de "el Turcu", sin que nadie (ni el propiu Emilio) sepamos a santu de qué i-llaman algunos así.
Emilio e unu de los grandes personajes que nos quedan en la villa. Lu vemos por las mañanas, pocu antes de comer, y por las tardes, pocu antes de cenar, recorrer la calle Mayor, la calle Manuel Cue, la calle del Castillo y la de Alfonso IX y entrar en algún chigre a tomar un vinu "ecológicu", como él diz. Inalterable. Metódicu. Con un pitillu rondando-i los labios. Bienhumoráu siempre, jaga fríu o calor. Como un personaje representativu de la paz cotidiana. Como un símbolu de la normalidá suya y de la normalidá de todos los que lu apreciamos.
Jiyu de Cosme (un porruanu que había emigráu a México a los 16 años de edad) y de Enriqueta, natural de Lledías.
De los 10 hermanos que eran, quedan él y Covadonga. La mayor era Camila, y luego estaban Otilia, María Luisa (esposa del músicu Fernando Noceda, que fue alcalde de Llanes en 1938), Cosme, María Teresa, Juan, Manuel y Vicente.
Emilio jizo la mili en Larache, primero, y luego en los Pirineos, en un batallón con base en Alcañiz (Teruel) que andaba tras la pista de los emboscaos, aunque Emilio y sus compañeros no llegaron a entrar en acción. También estuvo en una unidá de cazadores de montaña que no llegó a estrenar los esquíes por falta de nieve.
Emilio trabajó 7 años en una oficina de Recaudación y Arbitrios de la Diputación en Llanes. Y después marchó a Guinea, d' administrativu d' una empresa de café y cacao. Catorce años allí, onde i-tocó presenciar la pérdida de la colonia. Y más tarde, su última etapa laboral transcurrió en Ermua (Vizcaya), otros 14 años, en la oficina técnica d' una empresa que fabricaba amortiguadores de coches.
Casáu con María Teresa Álvarez Rubiera (Teresa Rubiera, la de La Arquera). El matrimoniu tien una jiya, Mariate.
A Emilio algún mordia i-puso el mote de "el Turcu", sin que nadie (ni el propiu Emilio) sepamos a santu de qué i-llaman algunos así.
Emilio e unu de los grandes personajes que nos quedan en la villa. Lu vemos por las mañanas, pocu antes de comer, y por las tardes, pocu antes de cenar, recorrer la calle Mayor, la calle Manuel Cue, la calle del Castillo y la de Alfonso IX y entrar en algún chigre a tomar un vinu "ecológicu", como él diz. Inalterable. Metódicu. Con un pitillu rondando-i los labios. Bienhumoráu siempre, jaga fríu o calor. Como un personaje representativu de la paz cotidiana. Como un símbolu de la normalidá suya y de la normalidá de todos los que lu apreciamos.
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