En los años 90, Llanes era siempre final de etapa de la Vuelta Ciclista a Asturias. La Casa Municipal de Cultura se convertía entonces en el centro neurálgico de la prueba: momentáneamente, los espacios de la segunda planta dejaban de ser aulas o exposiciones para convertirse en salas de prensa para los informadores y en oficinas de los comisarios, con teléfonos y máquinas de escribir. Los telefax y las fotocopiadoras los ponía una empresa de Tensi, el mítico ex defensa central del Real Oviedo.
Era para mí un honor muy grande ceder mi despacho, durante casi todo el día, al director de la Vuelta, Julio Álvarez González, el gran “Mendo” (1932-2008), que por la noche siempre me invitaba a una cena en el restaurante Uría, en la que compartíamos mesa, mantel y sabrosa tertulia con sus más estrechos colaboradores y con los comisarios de la carrera.
Por aquellos años participaban habitualmente en la Vuelta algunos de los mejores ciclistas del momento, como Miguel Induráin, Perico Delgado, Tony Rominger, Alex Zülle, Erik Breukink, Laurent Jalabert, Fernando Escartin y Abraham Olano.
En la edición de 1990, en la que Induráin quedaría segundo en la clasificación general definitiva, Llanes fue final de etapa el 30 de mayo, fecha de mi cumpleaños. Mendo, siempre tan atento, me presentó con afecto a Luis Ocaña (1945-1994), que estaba allí como comentarista de un medio informativo. Después, una vez que terminó la etapa y se hicieron públicas oficialmente las clasificaciones, las salas se vaciaron de pronto y reinó el silencio. Fue entonces cuando guié a Ocaña en un recorrido por las instalaciones de la Casa de Cultura, explicándole de paso algo de la historia de Llanes. En la primera planta, el ganador del Tour de Francia 1973 contempló con detenimiento dos exposiciones de mucho éxito: “Fósiles, aves y mamíferos del Concejo de Llanes” (organizada con la inestimable colaboración de Pancho Martín Quintana y León García Fervienza) y la maqueta “Un pueblo de Asturias”, obra del artesano vasco Andonegui.
(Del libro “Crónica cultural. Una aproximación a la Casa de Cultura de Llanes”, p. 110).
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