Mis personajes favoritos (Nº 297).
Luis nació en 1936, hijo de Juan Sánchez, guardia civil, y de Covadonga Junco, de Pancar. El padre se había casado en segundas nupcias con Covadonga, tras haber enviudado de su primera esposa, con la que tuvo dos hijas (Paulina y Covadonga) y dos hijos (Juan y Evilasio).
Pasó su infancia en el Barriu. Vivían frente a la fábrica de Llerandi, en un segundo piso. En el primero estaba la familia de Gerardo Valle, los de “la Menta”, y en el tercero, el matrimonio formado por Fabián y Teresa, reparadora de redes, con sus cuatro hijos: Felipe, Tonina, Teresina y Lali. En el paisaje, críos y crías jugando en la calle, olor a redes y a pescado, las conserveras, las bocartadas, la cercana fábrica de quesos y mantecas Sadi, los Camarás, Pedro “el Sordu”, la sesión dominical de cine en el Benavente…
Antes de casarse, Luis trabajaba en la agencia de viajes de su hermano Evilasio, que estaba junto a la confitería Noga. Allí se reservaban los viajes a América bajo rótulos y carteles de la TWA (la compañía aérea norteamericana “Trans World Airlines”). Una oficina que era antesala del mundo. Allí, en 1955, sacó los billetes para La Habana la expedición del Pericote, con Nino el de Pancar a la cabeza, en unos momentos en los que andaba ya en danza Fidel Castro.
Jugaba mucho a los bolos. En las partidas organizadas en el bar Palacios competía con la peña de “los cuatro Pepes”: el médico José (Pepito) Cuevas; Pepín Sánchez Inclán, el de Boquerizu (al que Luis llamaba “Josefu”); Pepín de la Fuente, el de La Portilla (sobrino de Ramón Melijosa, el peluquero); y Pepe Llamazares. Alegre y ocurrente, siempre con buen carácter, se le veía en el bar La Gloria, en comidas junto a Mento (Sacramento de la Llana), Hierro (el teniente de la Guardia Civil), el abogado Gabriel Pesquera, Evilasio, su hermano, y otros llaniscos de postín, que mantenían luego, entre habanos y farias, una animada sobremesa.
Luis era seguidor del Real Oviedo, club en el que militó durante varias temporadas su sobrino Vili, buen futbolista y buen rapas, que llegó a ser el capitán de su equipo.
En los años sesenta, Luis se casó con Loles Gómez Cuende, la de la joyería de la calle San Agustín, y pasó a ocuparse, junto a su esposa, de la marcha de ese negocio, fundado en 1910 por Nicasio Cuende, el abuelo de Loles. La joyería estaba entonces en un local más pequeño que el actual, pero en la misma calle. El que ocupa ahora había sido la mercería Empe, regentada en alquiler por María Pérez Bernot desde 1940 hasta 1972.
En esa estrecha arteria se concentraba un costumbrismo colorista y épico: por allí estaban el minúsculo establecimiento de Cucú, donde se cogían los puntos de las medias, la peluquería de Isa (que tenía en la ventana un lorito enjaulado muy locuaz, que insultaba a todos paisanos que veía de uniforme, especialmente a los municipales) y el histórico bar La Bolera, donde ensayaba sus bailes el grupo folklórico del bando de San Roque. También poblaba aquel mundo la entrañable Manuela, la de Borbón, a cuya casa íbamos de crios con una tartera a comprar bollas.
Era la época en la que llevaba la joyería Lola Cuende, la hija de Nicasio, el fundador. Pertenecía a una estirpe de damas que sabían sacar adelante sus negocios sin ayuda de nadie, y que, de vez en cuando, iban a merendar juntas a La Roxa, nada más cerrar su tienda, a las ocho: María Palacios (la de El Potro), las hermanas Sira y América Ruales (las Pininas), María Pérez Bernot, hija mayor de Pedro Pérez Villa, “el Sordu”, y ella.
Vinculados con todas aquellas esencias de la villa, Loles Gómez Cuende y Luis Sánchez Junco formaron parte de un Llanes alegre, pequeño, paradisiaco y apacible, donde todo el mundo se conocía, que nada se parecía al Llanes actual.
Loles falleció en 2011, a los 69 años, y Luis se nos fue ayer mismo, a los 85. Sus tres hijos, Juan Luis, Alberto y Sergio, que están ahí, al pie del cañón, desde hace ya bastante tiempo, son los continuadores de una ejemplar historia comercial y familiar.
(Le hice esta fotografía a Luis hace cuatro o cinco meses. Aparece en ella junto al retrato de Nicasio Cuende, fundador de la joyería Cuende).
No hay comentarios:
Publicar un comentario