Mis personajes favoritos (Nº 244).
En 2006, Carmen García Menéndez (Oviedo, 1962) tomó el relevu del su padre, Ubaldo García Pérez (1927-2016) al frente de “La Paloma”, unu de los sitios preferidos de los llaniscos cuando vamos a la capital d’ Asturias. Ubaldo había cumplidu setenta y cinco años y ya taba el mundu metidu en una crisis global, pero ella, bien arropada por dos camareros modélicos, que desde siempre estuvieron con Ubaldo (José Pedro Benavides y Vicente Díaz Alonso, los dos de la provincia de León), superó el miedu escénicu. El desafíu era la innovación sin perder las esencias heredadas. Fue aprendiendo, y, al mismu tiempu descubriendo una vocación un pocu soterrada, mientras los clientes habituales taban pendientes d’ ella, calibrando sus capacidades pa mantener en lo altu un negociu tan importante como esi.
De cría, había idu al colegiu de la Milagrosa; nel Institutu Femeninu haría el Bachilleratu , y luego estudió Turismo, aunque no llegó a terminalu. Se puso a trabajar en la Federación de Hostelería de Oviedo y en l’ Asesoría Colón, de socia con Vital Celso Valle.
Al su padre, nacidu en Mallecina (Salas), lu habían lleváu a trabajar a Oviedo en 1941 los hermanos Evaristo y Pepe del Llano, propietarios de “La Paloma”, la emblemática cafetería fundada en 1900 y ubicada entonces en la calle de Argüelles. Ubaldo empezó desde abaju, a los 14 años, barriendo el suelu, hasta llegar después a camareru. El de Mallecina conocería a Orfelina Menéndez Pérez (Puente Vega, Pravia, 1931), que trabajaba de camarera nel mismu sitiu. Se casaron y tuvieron cuatro jiyas, Amparo, Isabel y Carmen, y un jiyu, Oswaldo. Dejaron “La Paloma” y decidieron establecese por su cuenta, como concesionarios del bar de la Sindical, en Santa Susana. Cuando en 1975 fue derribáu el edificiu onde taba “La Paloma”, i-ofrecieron a Ubaldo la compra de las famosas barricas de vermouth Martini de principios del siglu XX, que son una especie símbolu del mejor Oviedo y emblema de toda Asturias. Ubaldo no sólu las compró sino que adquirió también la marca “La Paloma” y abrió con esi nombre el negociu hosteleru de la calle Independencia que hoy dirige Carmen con remangu y temple “ubaldianos”.
Ubaldo nos dejó a todos un buen recuerdu. Un recuerdu imborrable. Unu nunca olvidará, por ejemplu, que fue él la primera persona d’ Oviedu que compró mi libru “Joaquín Ortiz, un arquitecto racionalista”, nel que cuento la historia del Llanes de la Segunda República.
Carmen tá casada con l’ abogáu Jaime Bulnes del Río, y el matrimoniu tien dos jiyos: Jaime y Álvaro. En lo que a los llaniscos se refiere, el legáu que representa esta mujer é una de las referencias ovetenses que consideramos más nuestras.
De cría, había idu al colegiu de la Milagrosa; nel Institutu Femeninu haría el Bachilleratu , y luego estudió Turismo, aunque no llegó a terminalu. Se puso a trabajar en la Federación de Hostelería de Oviedo y en l’ Asesoría Colón, de socia con Vital Celso Valle.
Al su padre, nacidu en Mallecina (Salas), lu habían lleváu a trabajar a Oviedo en 1941 los hermanos Evaristo y Pepe del Llano, propietarios de “La Paloma”, la emblemática cafetería fundada en 1900 y ubicada entonces en la calle de Argüelles. Ubaldo empezó desde abaju, a los 14 años, barriendo el suelu, hasta llegar después a camareru. El de Mallecina conocería a Orfelina Menéndez Pérez (Puente Vega, Pravia, 1931), que trabajaba de camarera nel mismu sitiu. Se casaron y tuvieron cuatro jiyas, Amparo, Isabel y Carmen, y un jiyu, Oswaldo. Dejaron “La Paloma” y decidieron establecese por su cuenta, como concesionarios del bar de la Sindical, en Santa Susana. Cuando en 1975 fue derribáu el edificiu onde taba “La Paloma”, i-ofrecieron a Ubaldo la compra de las famosas barricas de vermouth Martini de principios del siglu XX, que son una especie símbolu del mejor Oviedo y emblema de toda Asturias. Ubaldo no sólu las compró sino que adquirió también la marca “La Paloma” y abrió con esi nombre el negociu hosteleru de la calle Independencia que hoy dirige Carmen con remangu y temple “ubaldianos”.
Ubaldo nos dejó a todos un buen recuerdu. Un recuerdu imborrable. Unu nunca olvidará, por ejemplu, que fue él la primera persona d’ Oviedu que compró mi libru “Joaquín Ortiz, un arquitecto racionalista”, nel que cuento la historia del Llanes de la Segunda República.
Carmen tá casada con l’ abogáu Jaime Bulnes del Río, y el matrimoniu tien dos jiyos: Jaime y Álvaro. En lo que a los llaniscos se refiere, el legáu que representa esta mujer é una de las referencias ovetenses que consideramos más nuestras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario