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| Higinio del Río, en el centro, entre los hermanos Luis y Benjamín Gonzalo Martínez. (Paseo de San Pedro, años 60). |
Mis personajes favoritos (Nº 248).
En diciembre de 2019 se cumplieron trece años desde el fallecimiento en Burgos, a causa de un infarto, de Benjamín Gonzalo Martínez, “Minín, el de la Nestle”. Tenía 53 años. Iba a coger en ese momento su camión (de la empresa familiar "Transportes Gonzalo") pa volver a Llanes. Buen fubolista, había sido porteru, y posteriormente presidente, del Club Deportivo Llanes.
En diciembre de 2019 se cumplieron trece años desde el fallecimiento en Burgos, a causa de un infarto, de Benjamín Gonzalo Martínez, “Minín, el de la Nestle”. Tenía 53 años. Iba a coger en ese momento su camión (de la empresa familiar "Transportes Gonzalo") pa volver a Llanes. Buen fubolista, había sido porteru, y posteriormente presidente, del Club Deportivo Llanes.
Era jiyu de José Gonzalo Fernández y d’ Amelia Martínez, ambos de Rozagás (Peñamellera Alta).
Hermanu de José Antonio (ya fallecidu), Angelines, Luis (del que era mellizu) y Ángel, taba Minín casáu con Blanca Santiago. Del su matrimoniu nacieron Rubén, Benjamín y Alejandro, buenos fubolistas también los tres.
Se acuerda unu de la nuestra infancia común en la Calle Mayor de Llanes. Del benditu Colegiu de la Divina Pastora, de sor Luz Divina y de la madre Josefina, la cocinera; de las multitudinarias representaciones teatrales que organizaban las monjas en el Cinemar (ante las 600 personas que llenaban por completu el aforu); del caserón del final de la calle, esquina a Santa Ana, onde vivía la familia Gonzalo Martínez (“los de la Nestle”); de nuestros juegos al escondite por aquellos interminables pasillos e innumerables estancias (el edificiu, por ciertu, que tenía una huerta, había sidu la sede del Colegiu de la Divina Pastora desde finales del siglu XIX hasta la Guerra Civil; y antes d’ eso acogía ensayos de la banda de música que dirigía don Félix Segura Ricci y actuaciones escénicas en las que actuaba, entre otros ilustres llaniscos, el padre de Tano Rubín); de los partidos en la Campera.. Y s’ acuerda unu también de las cartas que mandábamos el mi hermanu Juan Pedro y yo desde’ l Colegiu El Salvador de Valladolid, onde estábamos internos, a nuestra madre, Pilar, la de La Pilarica, en las que nunca (nunca) nos olvidábamos de dar recuerdos “a Amelia, la de la Nestle, a Argentina, la de Finisterre, a Maruja la de Cosmín y a Pepe el de la Moda.
Una infancia con Minín y Luisito llena de juegos, catecismo y felicidad, en aquel Llanes auténtico en el que nacimos y que tuvimos la grandísima suerte de vivir y disfrutar.
Hermanu de José Antonio (ya fallecidu), Angelines, Luis (del que era mellizu) y Ángel, taba Minín casáu con Blanca Santiago. Del su matrimoniu nacieron Rubén, Benjamín y Alejandro, buenos fubolistas también los tres.
Se acuerda unu de la nuestra infancia común en la Calle Mayor de Llanes. Del benditu Colegiu de la Divina Pastora, de sor Luz Divina y de la madre Josefina, la cocinera; de las multitudinarias representaciones teatrales que organizaban las monjas en el Cinemar (ante las 600 personas que llenaban por completu el aforu); del caserón del final de la calle, esquina a Santa Ana, onde vivía la familia Gonzalo Martínez (“los de la Nestle”); de nuestros juegos al escondite por aquellos interminables pasillos e innumerables estancias (el edificiu, por ciertu, que tenía una huerta, había sidu la sede del Colegiu de la Divina Pastora desde finales del siglu XIX hasta la Guerra Civil; y antes d’ eso acogía ensayos de la banda de música que dirigía don Félix Segura Ricci y actuaciones escénicas en las que actuaba, entre otros ilustres llaniscos, el padre de Tano Rubín); de los partidos en la Campera.. Y s’ acuerda unu también de las cartas que mandábamos el mi hermanu Juan Pedro y yo desde’ l Colegiu El Salvador de Valladolid, onde estábamos internos, a nuestra madre, Pilar, la de La Pilarica, en las que nunca (nunca) nos olvidábamos de dar recuerdos “a Amelia, la de la Nestle, a Argentina, la de Finisterre, a Maruja la de Cosmín y a Pepe el de la Moda.
Una infancia con Minín y Luisito llena de juegos, catecismo y felicidad, en aquel Llanes auténtico en el que nacimos y que tuvimos la grandísima suerte de vivir y disfrutar.
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