martes, 19 de noviembre de 2019

CÉSAR GONZÁLEZ PRIEDE: SIEMPRE NOS QUEDARÁ LA FIESTA DE SAN FELIPE...


Mis personajes favoritos (nº 19).

Desde que cumplió los 9 años, César (Parcia, conceju d’ Amieva, 1949) vive’ n La Galguera. Lu habían traídu sus tíos Maruja González y Pancho Gabriel, un matrimoniu de ganaderos y labradores sin jiyos, a vivir con ellos en 1958. La madre de César, María Luisa González Priede, taba sirviendo n’ Oviedo.
César fue alumnu de la escuela de La Galguera, onde taba de maestra Carmina Pedregal.
Como diz él, “¡ya llovió!”. Después, a L’ Arquera, y después a trabajar. L’historial laboral de Césarín va bien cargáu: primeru, estuvo’ n la fábrica de Conchita Perela, gobernando una máquina que cortaba tablones pa muebles (aquella Conchita, de Nueva, tenía sus cosinas: no era mala mujer, pero rica como era, tenía la costumbre de fumar a cuenta de los sus obreros); luego nel almacén de comestibles de Toño Miguel Amieva, repartiendo mercancía por las tiendas d’ ultramarinos, como La Pilarica, de Pilar Pérez de Bernot, que siempre i-daba unos caramelines de propina; luego, n’ una empresa de montajes, Electro Mecanor, abriendo pozas pa columnas y tirando cables; luego’ n la empresa del costrutor Pedro Bada; luego d’ obreru en la costrución de l’ autovía Llanes-Llovio; y finalmente n’ Asturagua, en la depuradora del Sablón.
César tien una hermana, Ángeles, que tá casada n’ Oviedo con Claudio, jubiláu ya de la fábrica d’ armas.
Al mediu día, se-i-puede ver en la sidrería del Hotel Europa, en San Roque del Acebal, tomando un calimochu, d’ espaldas ya a muchas cosas de la vida, pero frente al Picu Soberrón, que é com’ un norte eternu y fiable. Por la tarde, se recoge’ n la su casa de La Galguera, ya sin salir, más tranquilu qu’ un ocho y administrando las cinco pastillucas que tien que tragar a diariu, mientras sueña alguna vez con ver de nuevu al Sporting en primera, que esa é otra pastilluca de las pistonudas.
Atrás nos quedan, a él, a mí y a muchos nostálgicos del Llanes más puru y esencial, de los tiempos aquéllos de La Puerta del Sol, con Enrique Concha y la su mujer, Josefina (una de las más grandes cocineras de toda la historia), con Ramonín Novoa, con Fabián “Cuteo”, con Juanín Buergo, con el Sacristán, con Paco Maya, con José Ramón Vega y otros buenos jiyos del Sol y de la Luna, disfrutando plenamente de la vida.

No hay comentarios: