sábado, 16 de junio de 2018

JAVIER ROSETE BLANCO Y MARÍA TERESA GUTIÉRREZ HERRERO, DEL RESTAURANTE "LAS MMM" DE POSADA


Mis personajes favoritos (nº 210).
En 2010, Javier y Mari Tere, que llevan casaos 38 años, se pusieron al frente del restaurante “Las MMM”, de Posada. Era, pa ambos, su primera experiencia en hostelería, y en seguida i-cogieron el tranquillu. El éxitu que vienen cosechando desde entonces radica, sencillamente, en que no traicionan la cocina tradicional (una fórmula infalible en estos caóticos tiempos de menús vulgares y generalistas pa turistas igualmente vulgares y generalistas). Con callos, sopa d’ higado, lentejas, jabas, patatas guisadas, corderu (que é pura manteca), postres de la casa y tóu eso se pué jacer magisteriu del buenu, y eso é, precisamente, lo que tán jaciendo Mari Tere y Javier de lunes a domingo.
Lo principal, n’ obstante, é la categoría humana d’ esta pareja. Ahí tá la cosa.
María Teresa Gutiérrez Herrero (Villajormes, 1961) é jiya de Julio César Gutiérrez, de Villajormes (dedicáu de siempre al campu, aunque de solteru estuvo emigráu un par d’ años en Venezuela) y de María Isabel (Chabela) Herrero, de Villajormes también.
Mari Tere tuvo un hermanu, Juan Antonio, que falleció a los 51 años. Por la parte de la madre é nieta de José Antonio Herrero Díaz, de ideas socialistas inquebrantables, que llegó a sargentu del ejércitu republicanu en la Guerra Civil y estuvieron a puntu de fusilálu los nacionales cuando entraron en septiembre de 1937. Después se jizo tejeru y anduvo trabajando por Pancorbo (provincia de Burgos) y Vergara (Guipuzcoa).
Javier Rosete Blanco (Junco, Ribadesella, 1960), jiyu d’ Aurelia y Guillermo (de Junco los dos y dedicaos toda la vida al campu) tien también algo que contar n’ esti sentidu: el su güelu paternu, Guillermo, casáu con Concha Martín, era l’ alcalde pedáneu de Junco cuando se levantó Franco en julio de 1936. Tras caer el Frente Norte, lu apresaron los nacionales y lu metieron nel Conventu de San Salvador de Celorio, que funcionó entonces como campu de concentración onde internaban a los detenidos republicanos. Un día, el cura de Junco s’ enteró de que iban a fusilar a Guillermo y, sin pensalo dos veces, arrancó pa Celoriu, andando por la noche. Era la víspera de la fecha de la ejecución, precisamente, y consiguió liberalu y salvalu in extremis.
Javier estudió FP dos años nel Institutu de Ribadesella (Primer Gráu del Metal); luego se metió a trabajar en la construcción, y más tarde tuvo vacas.
Él y Mari Tere se conocieron en Llanes, en la época en que ella taba estudiando FP (Administrativo) y él trabajaba por la zona. D’ aquélla, venía gente de Ribadesella a estudiar a la villa, y unos amigos comunes, con los que salían en pandilla, i-os presentaron. Se casaron en la capilla de San Antonio de Villajormes y tuvieron tres jiyos: Javier; Andrés, que murió en 2016, a los 34 años, como consecuencia d’ un acidente de moto, y Daniel. La pena y el recuerdu d’ Andrés, sobra decilo, les llena cada rincón de los sus días y las sus noches.

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