Mis personajes favoritos (Nº 199).
Josín, que tien muy buen corazón, asiste al sufrimientu que tá causando a la población el mal empleu de las nuevas tecnologías en los servicios públicos. Regenta juntu a la su familia el bar de la Estación d’ Autobuses de Llanes, un escenariu onde Antonio Mercero podría rodar una película tan surrealista y macabra, casi, como “La cabina”. Josín é testigu del atropellu que i-supón a los viajeros la injusta supresión de la taquilla. El malditu criteriu d’ ahorrar mano de obra (llamándo-i a eso, encima, “racionalización de la gestión económica”) va a más (¿cómo no va a aumentar el paru?) y el coste social d’ estas barbaridades, que lo mismu se dan en la empresa privada que nel ámbitu de lo público, é altísimu.
Se aprovechan de las tragaderas que tenemos... Así que mandaron a freír monas a las taquilleras, pero, en su lugar, frente a los andenes, nos dejaron la presencia inquietante d’ una máquina tan siniestra como la cabina de Mercero. Paez puesta allí más pa jacer la puñeta que pa agilizar el trámite de sacar el billete. É una putada y una pesadilla orwelliana que esclaviza, que angustia, que t’ obliga a repetir y repetir la operación, y que, encima, a veces ni devuelve las monedas que metisti en vanu. Cada día é fácil velo y sufrilo: un paisanín o una paisanina luchando contra lo imposible, tecleando una pantalla que te deja sin alma y sin resuellu y con la que, actualmente, é imposible entendese. Hay apuntáu por allí un númeru de teléfono con trampa (un 902, é decir, de pagu), pero nada te soluciona, de modu que tóu’ l mundu va onde Josín pidiendo-i socorru, y a Josín, conmovidu, lu invade la impotencia…
Esti rapaz, nacidu en Llanes en 1984, é jiyu de Jose Vía Roiz (Mi personaje favoritu nº 2) y de Mari Jose González Cue, y nietu de Fifi Cue Fuentecilla (Mi personaje favoritu nº 188), familias llaniscas de toda la vida. Tien dos hermanas, Lucía y María.
Estudió nel Institutu y siempre jugó muy bien al fúbol (militó en todas las categorías del Club Deportivu Llanes), batiéndose’ l cobre como media punta.
Desde 2004 tá trabajando nel negociu familiar de la Estación d’ Autobuses. Amable, compasivu y siempre con ganas d’ echar una mano, é el pañu de lágrimas de ciudadanos indefensos ante una modernidá de pacotilla, llena de goteras y tropelías.
Se aprovechan de las tragaderas que tenemos... Así que mandaron a freír monas a las taquilleras, pero, en su lugar, frente a los andenes, nos dejaron la presencia inquietante d’ una máquina tan siniestra como la cabina de Mercero. Paez puesta allí más pa jacer la puñeta que pa agilizar el trámite de sacar el billete. É una putada y una pesadilla orwelliana que esclaviza, que angustia, que t’ obliga a repetir y repetir la operación, y que, encima, a veces ni devuelve las monedas que metisti en vanu. Cada día é fácil velo y sufrilo: un paisanín o una paisanina luchando contra lo imposible, tecleando una pantalla que te deja sin alma y sin resuellu y con la que, actualmente, é imposible entendese. Hay apuntáu por allí un númeru de teléfono con trampa (un 902, é decir, de pagu), pero nada te soluciona, de modu que tóu’ l mundu va onde Josín pidiendo-i socorru, y a Josín, conmovidu, lu invade la impotencia…
Esti rapaz, nacidu en Llanes en 1984, é jiyu de Jose Vía Roiz (Mi personaje favoritu nº 2) y de Mari Jose González Cue, y nietu de Fifi Cue Fuentecilla (Mi personaje favoritu nº 188), familias llaniscas de toda la vida. Tien dos hermanas, Lucía y María.
Estudió nel Institutu y siempre jugó muy bien al fúbol (militó en todas las categorías del Club Deportivu Llanes), batiéndose’ l cobre como media punta.
Desde 2004 tá trabajando nel negociu familiar de la Estación d’ Autobuses. Amable, compasivu y siempre con ganas d’ echar una mano, é el pañu de lágrimas de ciudadanos indefensos ante una modernidá de pacotilla, llena de goteras y tropelías.
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