Mis personajes favoritos nº 172.
Javier Abello Gonzalo (Oviedo, 1977) é jiyu de Salvador Abello Floranes (unu de los fundadores de la Escudería Villa de Llanes, juntu a Jesús Manuel Peña y otros) y de Teresa Gonzalo González. Por parte del padre, los güelos fueron Pepe Abello Cue, de La Portilla, y Joaquina (Quinu) Floranes. Él, tipógrafo en la imprenta de El Oriente, había sidu militante de primera hora de la Agrupación Socialista de Llanes, en 1932. Unu de los hermanos de Pepe Abello era el simpáticu Fabián (Cuteo), que también trabajó en los talleres de El Oriente, y otru fue’ l peluqueru Constante, que tenía la su peluquería al láu del bar “La Puerta del Sol”.
Por parte de la madre, los sus güelos fueron Silvino y Maximina. El güelu, que de chaval había sidu muy buen danzante de la Danza Peregrina, trabajaba en la estación, y d’ aquélla, después de jacer su jornada laboral en el ferrocarril, sacaba un sobresueldu repartiendo carbón por las casas. Tras emigrar a París por un tiempu, Silvino, ya jubiláu, sería l’ encargáu d’ atender el bar de la Escudería Villa de Llanes, que entonces tenía la sede en lo que é hoy la Casa de Cultura, y había que ver a Javi corretear de críu por las estancias y recovecos del vieju palaciu de Posada Herrera.
Javi estudió el bachillerato y COU en el colegiu de los Dominicos, en Oviedo, y luego jizo Empresariales.
Su primer empleu lu tuvo en Calzados La Sirena, la tienda de Guillermo Sordo, en la Plaza. Fueron dos meses de veranu inolvidables, diz, en los que aprendió más que en varios años d’ estudiu en la Universidá. Javi sabía empapase, en aquella tienda sin par, de las tertulias que se jacían allí, saboreando’ l testimoniu de caballeros de mucha jerarquía en el llanisquismu, como Fernando Toriello, Félix Rodríguez Madiedo y Rodobaldo Ruisánchez. La Sirena era foru de debate, oficina de turismo, sede del bandu de San Roque, archivu históricu, puntu d’ encuentru…
Trabajó después Javi en la oficina de la empresa Rodríguez Hermanos, llevando l’ administración, y ahora se gana la vida en Oviedo como mediador d’ una agencia de seguros. Desde marzo pasáu é el presidente del bandu de San Roque.
Por parte de la madre, los sus güelos fueron Silvino y Maximina. El güelu, que de chaval había sidu muy buen danzante de la Danza Peregrina, trabajaba en la estación, y d’ aquélla, después de jacer su jornada laboral en el ferrocarril, sacaba un sobresueldu repartiendo carbón por las casas. Tras emigrar a París por un tiempu, Silvino, ya jubiláu, sería l’ encargáu d’ atender el bar de la Escudería Villa de Llanes, que entonces tenía la sede en lo que é hoy la Casa de Cultura, y había que ver a Javi corretear de críu por las estancias y recovecos del vieju palaciu de Posada Herrera.
Javi estudió el bachillerato y COU en el colegiu de los Dominicos, en Oviedo, y luego jizo Empresariales.
Su primer empleu lu tuvo en Calzados La Sirena, la tienda de Guillermo Sordo, en la Plaza. Fueron dos meses de veranu inolvidables, diz, en los que aprendió más que en varios años d’ estudiu en la Universidá. Javi sabía empapase, en aquella tienda sin par, de las tertulias que se jacían allí, saboreando’ l testimoniu de caballeros de mucha jerarquía en el llanisquismu, como Fernando Toriello, Félix Rodríguez Madiedo y Rodobaldo Ruisánchez. La Sirena era foru de debate, oficina de turismo, sede del bandu de San Roque, archivu históricu, puntu d’ encuentru…
Trabajó después Javi en la oficina de la empresa Rodríguez Hermanos, llevando l’ administración, y ahora se gana la vida en Oviedo como mediador d’ una agencia de seguros. Desde marzo pasáu é el presidente del bandu de San Roque.
No hay comentarios:
Publicar un comentario