Mis personajes favoritos (Nº 143).
Lucio (Llanes, 1972), tan seriu y tan en su sitiu, representa una de las tradiciones más arraigadas que atesora el comerciu llaniscu. En su árbol genealógicu, por rama paterna, encontramos comerciantes desde mediados del siglu XIX.
É nietu de José Ramón Rodríguez Gómez, Ramonín, el ferreteru de eterna sonrisa y ademanes siempre amables, al que recordamos en su ferretería del Puente; bisnietu de Luciano Rodríguez Pérez Sobrado, abogáu y comerciante; y tataranietu de José Rodríguez Sobrado, l’ hombre que abrió la primera ferretería en la historia de Llanes.
(José Rodríguez Sobrado había llegáu a la villa en 1848, procedente de Avilés, para vender calderos de cobre; se dedicó al comerciu de tejidos, hierros y ferretería en una tienda debaju los arcos, la misma que ocuparía décadas después Eduardo Estefanía, Jayo, y aquí llegó a ser muy amigu de su tocayu Posada Herrera).
Está claru, pues que Lucio pertenez a una dinastía. É jiyu de Jaime Rodríguez Ruiz (comerciante también, por supuestu) y d’ Ángeles Noriega Moguel, mejicana. Tien 4 hermanos: Javier y Maira (gemelos), Cristóbal y Álvaro, y él é el mayor.
Siempre tuvo vocación p’ al comerciu. De críu, cuando venía de la escuela o del Institutu, se ponía en seguida a echar una mano al su güelu Ramonín, tan guapamente, sin apurase en nada por d’ ir a la playa o a jugar con los amigos.
Empezó los estudios de Perito Industrial y Empresariales, pero no los acabó. Luego jizo la mili en la Brigada Paracaidista (BRIPAC), destináu en Murcia y Alcalá de Henares.
Está casáu con la riosellana Ágatha Barbas García, y el matrimoniu tien dos jiyos: Pelayo y Albar, de 11 y 6 años, respectivamente.
É nietu de José Ramón Rodríguez Gómez, Ramonín, el ferreteru de eterna sonrisa y ademanes siempre amables, al que recordamos en su ferretería del Puente; bisnietu de Luciano Rodríguez Pérez Sobrado, abogáu y comerciante; y tataranietu de José Rodríguez Sobrado, l’ hombre que abrió la primera ferretería en la historia de Llanes.
(José Rodríguez Sobrado había llegáu a la villa en 1848, procedente de Avilés, para vender calderos de cobre; se dedicó al comerciu de tejidos, hierros y ferretería en una tienda debaju los arcos, la misma que ocuparía décadas después Eduardo Estefanía, Jayo, y aquí llegó a ser muy amigu de su tocayu Posada Herrera).
Está claru, pues que Lucio pertenez a una dinastía. É jiyu de Jaime Rodríguez Ruiz (comerciante también, por supuestu) y d’ Ángeles Noriega Moguel, mejicana. Tien 4 hermanos: Javier y Maira (gemelos), Cristóbal y Álvaro, y él é el mayor.
Siempre tuvo vocación p’ al comerciu. De críu, cuando venía de la escuela o del Institutu, se ponía en seguida a echar una mano al su güelu Ramonín, tan guapamente, sin apurase en nada por d’ ir a la playa o a jugar con los amigos.
Empezó los estudios de Perito Industrial y Empresariales, pero no los acabó. Luego jizo la mili en la Brigada Paracaidista (BRIPAC), destináu en Murcia y Alcalá de Henares.
Está casáu con la riosellana Ágatha Barbas García, y el matrimoniu tien dos jiyos: Pelayo y Albar, de 11 y 6 años, respectivamente.
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