Mis personajes favoritos (Nº 122).
Hasta hace poco, era fácil compartir en cualquier sitio del Concejo momentos inolvidables con gentes igualmente inolvidables. Se encontraban en el camino muchos llaniscos con historia; con mucho que contar; simpáticos y paradigmáticos; de personalidad marcada. En Cue, tuvimos la enorme suerte de alternar con algunos de esos seres que hoy tanto escasean. Coincidíamos con ellos en el bar de Cañero y en La Espuela, que eran lugares con atmósfera de círculo cultural (de la cultura de la vida), escuela de humanidad y solera honesta de universidad popular. Chuli, “el Ministro” (Francisco Misioner); Cholo Gutiérrez Vallejo; Aniceto Ruiz García (Cañero) y su esposa, Rosa, la Curina; José María Rugarcía; Juanma (Juan Manuel Fernández Noriega); Piculu (Lorenzo Arenas García); Rosendo, el hijo de la Pelaya…
A ese mundo que se nos va (que se nos fue ya en buena parte) pertenecía Esther Fernández Pérez (Cue, 1923). Hija de Manuel y Delfina, una pareja corita dedicada a la labranza, Esther era la penúltima de nueve hermanos. Se casó con Segundo, un labrador de La Galguera que había estado quince años en la Argentina y que era un buen ejemplo de lo que comúnmente se denomina “indianu de la maleta al agua”. Tuvieron cuatro hijos: Tono (casado con Santi Álvarez Poo), Merce (casada con Pancho Gutiérrez Cortínez), Fina (casada con Manuel Arenas Cuadriello) y Mari Carmen (casada con Martín Huertas Puertas).
Segundo falleció en la década de los 80, cuando Esther y él estaban ya separados.
Esther, que en Cue pertenecía al bando de la Fuente de Abaju, se había dedicado a la ganadería (poseía bastantes vacas) y supo defenderse y salir adelante con su esfuerzo. Tenía ocho nietos (cuatro de ellos son hijos de Tono: Mari Conchi, María Esther, Santina y Juan Antonio; dos, de Fina: Lorena y José Manuel; y otros dos, de Mari Carmen: Martín y Javier) y dos bisnietos: Alejandro y Pablo.
Enfrentaba la vida con su mirada azul, bondadosa, alegre e inteligente, y siguió haciéndolo así casi hasta el último suspiro. Falleció el 16 de marzo de 2021, a los noventa y siete años, rodeada de los suyos.
(La foto está tomada un domingo de mayo de 2015, en el restaurante que regentaban su hija Mari Carmen y su yerno Martín en el Club de Golf "La Cuesta").
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