Escultor, tallista de madera, ebanista notable. Casáu con la llanisca Ángeles Fernández Cortina, a la que conoció cuando los dos eran emigrantes en Venezuela. Se casaron en 1974 y regresaron a España en 1985. Desde esi momentu viven en Celorio.
Trajeron con ellos un lorito muy “chévere”, Paco, que llegó a cumplir casi 80 añucos. A Paco lu recordamos muy bien. Andaba sueltu por el taller que tien Manolo en los bajos de su casa. Un taller ampliu, onde el artista jacía muebles de muchu méritu por encargu. Aquel era y e el mundu de Manolo. Su vida. Pero también lo era pa' l pájaru tropical, que no salía d' allí. Cuando se retrasaba su dueñu, Paco lu llamaba a gritu peláu: “¡Manuel!, ¡Manuel!, ¡Manuel!”, con devoción d' amigu y una pronunciación acojonante.
Manuel nació en Carrio (Pontevedra) en 1923 y conserva intactu el mismu acentu gallegu cerráu de cuando iba a la escuela del su pueblu.
Fue profesor del Centro de Recursos de Posada un añu. En 1991 expuso en la Casa de Cultura una muestra representativa de todo lo que jaz: muebles de línea clásica pero creativos; talla de madera; figuras en yesu y en piedra. En el palaciu de la familia de Ramón Vela Carrera en Naves se levanta frente a la entrada una juente de mármol con figuras de mujer que s' asoman a una bandeja onde cae' l chorru d’ agua.
Manuel y Ángeles tán ahora en la residencia de Celorio. Él, que e modestu d’ espíritu, tímidu, pero de risa franca y medida, baja todos los días a su casa y explora l' espaciu y l' ordenau repertoriu de las obras y herramientas del su taller.
Nunca se jizo ni se jace notar. Ha de sabese que Manuel e un gran artista que convive con nos.
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