Juan lleva desde 2005 el timón de uno de los grandes establecimientos hosteleros de Llanes: el Bar Colón. Su hermano, Rafa, ejerce el oficio de taxista en la villa.
Sus abuelos maternos eran Juan Díaz Lledías, de Ríocaliente, y Maruja Castaño Larea, natural de Granda (concejo de Parres), que cogieron en traspaso el Colón en 1952; y los paternos, Ángel Rodríguez, de La Borbolla, y Feli López, de Tuilla.
A ese emblemático bar anclado en el muelle íbamos de críos a ver la tele. Juan nos dejaba sentarnos en la primera fila, que era como el patio de butacas, y nos permitía estar sin consumir. Veíamos "Superagente 86", "Viaje al fondo del mar", "Bonanza" y "Rumbo a lo desconocido", el Tour de Francia, las ferias taurinas de San Isidro y Sevilla, dibujos animados asgaya y la inquietante serie “¿Es usted el asesino?”, que nos daba mucho miedo.
Después de su etapa como agente de la Policía Local, durante la que aprendió a conocer el percal llanisco a muchos niveles, Juan Ángel Rodríguez Díaz (Gijón, 1975) está dando continuidad al negocio familiar, y lo hace con criterios de modernidad, pero respetando la leche que mamó. Sabe que ignorar las tradiciones (las referencias) es como andar a ciegas. Acometió una reforma integral del local y de la terraza, demostrando con ello ser un emprendedor valiente y con iniciativas para mejorar la imagen de Llanes.
Aficionado al deporte (automovilismo, vespas, bicicleta…), Juan copatrocina eventos y clubes (CD Llanes, Voleybol "Playas de Llanes", Club Ciclismo Altitud) y aporta trofeos en Rallies y campeonatos de golf.
Rafael Rodríguez Díaz (Gijón, 1982), tan serio y cumplidor como su hermano, está casado con Laura Amieva Cueto, del caserío de San Pedro, en Debodes. Estudió en el colegio Miguel de Cervantes y en el instituto Mata Jove de La Calzada, ambos centros en la ciudad del Piles. En cuanto le fue posible, empezó a ganar el pan con el sudor de su frente de muchas maneras. Antes de coger el taxi fue policía municipal (como Juan), y trabajó en el obrador de la heladería Revuelta, eventualmente en Correos y, por supuesto, en el Colón.
Desde 2013 está implicado en la promoción del baloncesto local, como jugador y como entrenador. Tiene los títulos de monitor y entrenador, grado superior, obtenidos en Gijón y Avilés, respectivamente. El equipo C. B. "Crossover Llanes”, heredero del C. B. Llanes, está en la segunda división autonómica, y Rafa lo entrena dos días a la semana. Va a los partidos en su coche y lleva con él a algún jugador. La broma le cuesta dinero (no cobra ni un euro por su labor), pero a Rafa eso le da igual. Lo hace de todo corazón.
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