lunes, 15 de octubre de 2018

ÁNGEL BALMORI OTERO: "EL SELDU" NUNCA TUVO VACACIONES


Mis personajes favoritos (nº 216).

A Ángel i-dicen “el Seldu” por una bisagüela suya llamada Griselda (en realidá a toda la su familia se la conoz como “la de los Selfos”). Nació en Vibaño en 1926. Los sus padres, eran Ángel (madreñeru y carpinteru) y Manuela, los dos de Vibaño y dedicaos a la labranza. Esti matrimoniu tuvo nueve hijos: María, Rosa, Ángel, Pedro, José Antonio, Vítor, Isaac, María Antonia y Jesús.
Ángel fue pocu a la escuela. Aprendió malamente a leer y escribir, pero se defiende. Cuando estalló la Guerra tenía diez añucos. S’ acuerda d’ ir con la su familia a refugiase’ n las cuevas cuando bombardeaban los nacionales (sobre tou, se metían en la cueva de la Zurra, en Ríosecu). También s’ acuerda de las represalias que tomaron los vencedores en 1939 contra algunos vecinos. Unu d’ ellos fue Segis, que no tenía más familia que su madre, Josefa. A Segis lu fusilaron.
A los 13 años tuvo que ponese ya a ayudar en casa, y a los 15, se jizo tejeru. Anduvo por la provincia de León, por tejeras de La Robla y de Llanos d’ Alba, entre otras, unas cuantas temporadas.
Luego, la mili. I-tocó en África, en Regulares, y no i-fue mal. Cuando se licenció, empezó a trabajar de palista en la cantera de Manolo “el Vivo”. Con su boina, su bigote recortáu, y a bordu de la pala o la excavadora p’ al arreglu de caminos y carreteras, yo siempre i-ví un aire a lo mariscal Montgomery.
Después se puso a trabajar por su cuenta, no muchu tiempu, y los últimos siete años de su vida activa trabajó con Pancho. Cuando se jubiló estaba trabajando en la construcción del nuevu puertu. Nunca tuvo vacaciones.
Ángel se casó en 1953 con Carmen Blanco Blanco en Grao (de onde era ella). Se habían conocidu allí, en un períodu nel que él taba trabajando en una tejera. Vinieron luego pa Posada, y más tarde a la villa, en 1975, a la Casona de la Madalena, al primer pisu. Tenían de vecinos a Ceto Valderrábano, el carpintero, que taba abaju, onde abre ahora sus puertas la sidrería La Casona; con Ceto trabajaba el difuntu Ramón Melijosa, “el Parru”, tan buen ebanista como su patrón. La bendita vecindá la formaban también Chucha “la Churrera”; Pilar “la Cubana” y su maridu Julianón; arriba, Chelo “la Pita” y Pura, la de Careto, que ya había enviudáu.
Ángel y Carmen tuvieron dos jiyas. La mayor é Angelines, casada con el leonés Tomás Aller López y aficionada a la fotografía (pon muy buenas instantáneas nel facebook). La otra é Mari Paz, viuda d’ Iñaki, aquel inolvidable riosellanu que trabajaba en FEVE, con el que compartíamos sabrosas tertulias onde Pepín “el de La Gloria”. Angelines y Tomás tienen dos jiyas (Laura y Adriana, ya casadas las dos); y Mari Paz e Iñaki, dos hijos: Iñaki y Jorge, muy buenos rapaces también.
Ya jaz unos años que a Ángel se i-murió Carmen. Vive con su jiya Mari Paz en la Casona, nel mismu pisu que cogieron en 1975 y del que nunca se cambiaron. Si no fuera por el asma (fumó muchu, pero muchu, tiempo atrás), estaría como un cañón, a sus 92 años Sal menos que antes, “pero cuando toca, todavía revuelvo’ l mercáu”, diz. 

2 comentarios:

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Cristina Muñiz dijo...

Es usted, descendiente, de Don José Balmori Otero?