miércoles, 1 de diciembre de 2021

JOSÉ PÉREZ LLAGUNO: CINCUENTA AÑOS EN LA BUENA COMPAÑÍA DE MABEL

Mis personajes favoritos (Nº 305).

Pepe nació en Llanes en 1952. Es el primero de cinco hermanos de una familia muy querida. Después de él vienen Ángel (propietario del pub “Nudos”), Víctor, María Encarnación y Mari Carmen, hijos de José Antonio Pérez Zaragoza, de Cangas de Onís, y de Visitación Llaguno Sierra, nacida en Oviedo pero de profundas raíces llaniscas.
El padre había venido a trabajar al Café Pinín en 1950 o 1951, y estuvo allí de camarero hasta 1964. Ese año, él y Visitación cogieron en Oviedo el bar “El Sol”, en la calle General Elorza, que habría de ser muy popular entre los transportistas y los soldados que estaban haciendo la mili en la capital asturiana. Por allí, muy cerca, pasaba a unos metros de altura la vía “aérea” del ferrocarril, que unía Ferrocarriles Económicos con el Vasco. Aquello le daba a la ciudad, con un poco de imaginación, un cierto aire futurista.
Las primeras letras las aprendió Pepe en la histórica escuela de las Mantilla, que era mixta y estaba en la plaza Parres Sobrino. La maestra era doña Amparo. Desde allí pasó a La Arquera, donde estuvo tres años, y luego estudiaría en Cangas de Onís el práctico Bachillerato Laboral (que introducía a los alumnos en el conocimiento de la electricidad, el ajuste de piezas metálicas con torno y fresadora, la carpintería y utilísimos aspectos técnicos relacionados con la agricultura y la ganadería).
Tras hacer el selectivo de Técnicas en Oviedo, marchó a Madrid con el propósito de estudiar Ingeniería de Caminos en la Universidad Complutense (coincidimos durante un trimestre en una pensión de la calle Víctor Pradera, iniciando yo la carrera de Periodismo). Pepe lo dejó en segundo curso.
De regreso a Oviedo, sacó unas buenas oposiciones de técnico especialista. Toda su vida laboral (que se prolongó a lo largo de casi cuatro décadas) la recorrió como técnico especialista en Radioterapia, la mayor parte de ella en el Hospital General de Asturias, y los últimos años en el HUCA.
Está casado con María Isabel González Blanco, Mabel, de Torrelavega. Se conocieron a principios de los años 70 en Llanes, de cuya Estación ferroviaria era jefe el abuelo paterno de ella, Ricardo González. Mabel y Pepe tienen un hijo, llamado también Ricardo, que está casado y vive en Las Palmas de Gran Canaria, donde ejerce su profesión de primer oficial de máquinas navales.
A Pepe y a mí nos une algo más que la amistad desde críos: los dos nacimos en el Cuetu y una hermana de su abuela materna, llamada María Sierra Rodríguez, fue la madrina de bautizo de mi madre, Pilar Pérez Bernot.

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