Mis personajes favoritos (nº 221).
La madre de María Elena era jiya de Francisco Somohano Mestas, molineru nel puente Purón, y de Simona Calvo Sordo (de San Roque del Acebal ambos). Se llamaba María Dolores Somohano Calvo, se dedicaba a la labranza y había quedáu huérfana a los 20 años. Tenía dos hermanos en Méjico, Francisco y Serafín, que miraban por ella y que al final i-dejaron tóu lo que poseían (los dos fallecerían en la su tierra natal, en 1961 y 1994, respetivamente),.
En esi contextu de San Roque nació María Elena, en 1938, que de cría tendría en la escuela pública una buena maestra, Pía Domínguez, doña Pinita, esposa d’ Enterría, el representante y distribuidor de bebidas. María Elena pasó luego cinco años en Cóbreces (Cantabria), interna nel colegiu del Patrociniu de San José, de las Hijas de la Caridá de San Vicente de Paul, unu de los internaos de más prestigiu d’ España. Tras regresar a San Roque, aprendería costura con una modista muy buena d’ Andrín, Lola, que era muda.
Recién muerta su madre, el tíu Serafín, que venía todos los años, la llevó con él en 1965 pa Méjico (María Elena empezaba a salir entonces con el que luego iba a ser su maridu, José Benito Sánchez Bardales, “Cheve”, d’ Unquera). En Méjico estuvo cinco meses, pero no s’ encontró, así que regresó pa casa.
En 1967 se casó con Cheve, cuyu padre, Francisco Sánchez, tenía en Unquera tienda, granja de pollos y almacén de piensos. La boda fue en la Cueva de Covadonga, un lugar sagráu.
Cheve y María Elena son ejemplu de gente emprendedora que persigue siempre la calidá en todo lo que jaz. Formaron una guapa familia y hoy son dueños de dos prósperos negocios d’ hostelería: el Royal I (en Unquera) y el Royal III (en Los Tánagos). En 1982 habían abiertu el Royal II, en la carretera a Pesués, pero esi establecimientu tá cerráu (é el que tien a la entrada la figura de “Naranjito”, en homenaje al Campeonatu Mundial de Fúbol que se celebró esi añu en España) .
El matrimoniu tien cinco jiyos, y los cinco trabajan mano a mano nel negociu familiar: María Elena, David, Pablo, Ana y José Benito; y seis nietos: Antía (de la jiya mayor), Julia (jiya de David), Cecilia y Andrés (de Pablo) y Jorge y Mateo (de José Benito).
En esi contextu de San Roque nació María Elena, en 1938, que de cría tendría en la escuela pública una buena maestra, Pía Domínguez, doña Pinita, esposa d’ Enterría, el representante y distribuidor de bebidas. María Elena pasó luego cinco años en Cóbreces (Cantabria), interna nel colegiu del Patrociniu de San José, de las Hijas de la Caridá de San Vicente de Paul, unu de los internaos de más prestigiu d’ España. Tras regresar a San Roque, aprendería costura con una modista muy buena d’ Andrín, Lola, que era muda.
Recién muerta su madre, el tíu Serafín, que venía todos los años, la llevó con él en 1965 pa Méjico (María Elena empezaba a salir entonces con el que luego iba a ser su maridu, José Benito Sánchez Bardales, “Cheve”, d’ Unquera). En Méjico estuvo cinco meses, pero no s’ encontró, así que regresó pa casa.
En 1967 se casó con Cheve, cuyu padre, Francisco Sánchez, tenía en Unquera tienda, granja de pollos y almacén de piensos. La boda fue en la Cueva de Covadonga, un lugar sagráu.
Cheve y María Elena son ejemplu de gente emprendedora que persigue siempre la calidá en todo lo que jaz. Formaron una guapa familia y hoy son dueños de dos prósperos negocios d’ hostelería: el Royal I (en Unquera) y el Royal III (en Los Tánagos). En 1982 habían abiertu el Royal II, en la carretera a Pesués, pero esi establecimientu tá cerráu (é el que tien a la entrada la figura de “Naranjito”, en homenaje al Campeonatu Mundial de Fúbol que se celebró esi añu en España) .
El matrimoniu tien cinco jiyos, y los cinco trabajan mano a mano nel negociu familiar: María Elena, David, Pablo, Ana y José Benito; y seis nietos: Antía (de la jiya mayor), Julia (jiya de David), Cecilia y Andrés (de Pablo) y Jorge y Mateo (de José Benito).
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